¡Kaliméra Grecia!

Kaliméra. Esta es la única palabra que logré aprender, o al menos, de la única que me acuerdo. Será porque la repetía cada mañana y la escuchaba con la misma frecuencia y la misma cordialidad cuando salía de la habitación del hotel en Atenas.

Hoy celebro más que nunca seguir teniendo esa palabra grabada en mis recuerdos para lanzártela, Grecia, como una flor.

¡Kaliméra Grecia! ¡Buenos días!

Una lección de dignidad y también de democracia, es lo que habéis dado al mundo este domingo. Vosotros, que fuisteis los precursores de un sistema que da al pueblo el poder de decidir sobre su vida, habéis sacado los dientes y el coraje ante la crueldad de una Europa deshumanizada para que dejen de arrebataros el futuro.

No sé qué va a pasar a partir de hoy, pero seguro no es tan terrible como lo que habéis vivido en el ayer. Ahora saben que no os rendiréis, que vais a seguir en pie, espartanamente, porque lo lleváis en los genes, aunque las heridas os sangren. Ellos temen vuestro valor, ahora saben que la campaña del miedo no ha servido para nada y lo que más temen es que seáis un ejemplo para la Europa del sur. Pues bien, que teman, que se amarren los machos, porque luego vamos nosotros.

Lo saben, tiemblan al pensarlo. Las mentiras no han servido, los pueblos empiezan a levantarse, su fracaso es evidente. Hoy no es Grecia sola la que celebra la victoria de la dignidad de un pueblo, es media Europa.

Me acuesto brindando por ti, Grecia, porque empieza una nueva era para Europa y la has abierto tú, todo el pueblo griego. Te doy las gracias y siento que estoy allí, otra vez, celebrando la victoria de la democracia, dándole una bofetada en toda la boca a los opresores, recorriendo tus calles sin sentirme extranjera.

¡Kaliméra, Grecia! ¡Kaliméra!

3 comentarios

  1. isabelmihermana · · Responder

    Kaliméra
    saludos

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  2. Roberto · · Responder

    Jaja qué bueno y qué gracioso leer esto 4 años después. Oráculo de Delfos mínimo.

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